Aún más quejas

¿¿Cómo no quejarse??? Es difícil no hacerlo! Hace calor, hace sueño, no llueve, no tengo nada para hacer (o muchas cosas y no sé por dónde empezar). Si tengo que contar lo que hice en estas vacaciones... no, mejor no, terminaría en dos segundos.

Aparte, estoy enojada (tengo que hacer memoria para acordarme... pero estoy enojada). A ver si así me toman en serio.

Así que renuncio. Ya no quiero ser más una chica de verano. Les aviso a todos que desde hoy, ,yo vivo en otoño. Y al que no le guste verme pasear con pullover por Alem, pues: ¡qué mal por él! (o por ella, no despertemos la furia de las feministas que tanto bien hacen por la Humanidad). Y el que no quiera caminar a mi lado llevando un paraguas aunque el sol esté matando hormigas, que cruce la calle. Por eso los invito, vengan todos a ver la ciudad de gris aunque el cielo esté celeste celeste, vamos a ver cómo caen las hojas aunque lo que suceda es que el árbol está tan marchito por el sol que se está cayendo a pedazos, vamos a ver cómo se van las golondrinas, aunque sean solamente gorriones que se prendieron fuego. Vamos a olvidarnos del verano, salgamos a la calle y pensemos que esa brisita que al fin nos está refrescando un poco, es la premonición de la tormenta... Y ya que salen, chicos, ¿me compran un helado?